Isaac.
Isaac fue el hijo de Abraham y Sara concedido en cumplimiento a lo que Dios les había prometido; pasó sus primeros años en Beerseba o sus alrededores. Abraham obedeció sin vacilación al mandato de Dios aun cuando se le ordenó sacrificar a Isaac (Génesis 22).
Pero Dios intervino e Isaac se libró de la muerte. Para complacer a Abraham, Isaac se casó con Rebeca, nieta del hermano de Abraham, de la cual tuvo dos hijos: Jacob y Esaú.
Rebeca y su hijo menor, Jacob, obtuvieron de Isaac, mediante engaño, la bendición que correspondía a Esaú (Génesis 27). Esto puso entre los hermanos una enemistad que duró mucho tiempo, pero al final se reconciliaron.
A Isaac se le recuerda especialmente por haber transmitido la divina bendición del pacto desde Abraham hasta Jacob.
Es en el Génesis donde podemos remontar el origen de este nombre. El Génesis es el primer libro de la Torá ("La Ley" o Pentateuco) y también el primer libro del Tanaj, la biblia hebrea (conocida por los cristianos como el Antiguo Testamento).
Relato bíblico. Dios pidió a Abraham que sacrificara a su primogénito, Isaac, deteniéndole justo antes de consumar el sacrificio: "Y Dios le dijo: -Toma ahora a tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, vete a tierra de Moriah y ofrécele allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. (...) Cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, compuso la leña, ató a Isaac, su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Extendió luego Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Entonces el ángel de Jehová lo llamó desde el cielo: -¡Abraham, Abraham!-. Él respondió: -Aquí estoy-. El ángel le dijo: -No extiendas tu mano sobre el muchacho ni le hagas nada, pues ya sé que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste a tu hijo, tu único hijo." (Génesis 22:1-12) Este es el relato del sacrificio de Isaac que Caravaggio pintó magistralmente sobre un lienzo en 1603.
“Sacrificio de Abraham”.
El autor de esta obra fue Michelangelo Merisi da Caravaggio (Milán 1571 – Porto Ércole 1610). Pintor italiano activo en Roma, Nápoles, Malta y Sicilia entre los años de 1593 y 1610. Es considerado como el primer gran exponente de la pintura del Barroco. Su tamaño es de 116 x 173 cm.
Fueron varios los artistas que plasmaron en sus cuadros la historia bíblica del sacrificio de Isaac, siendo probablemente la más famosa la realizada en 1597-1598
por el pintor italiano Michelangelo Caravaggio, la cual más de 400 años después se encuentra siendo exhibida en la Galería de los Uffizi, Florencia.
Sobre el material y estilo cabría decir que está realizado con Óleo sobre un lienzo. Como estilo podemos encuadrarlo en el propio de este autor: el naturalismo barroco Italiano, que nació en Roma. Este se desarrolló desde finales del siglo XVI y a lo largo de todo el XVII. Precisamente el Barroco, como estilo artístico diferenciado del clasicismo y su epígono el manierismo.
Con esta pieza el maestro volvía a escandalizar a Roma, ya que se diferenciaba de una forma muy particular del resto de las representaciones de este hecho. El hecho que sorprendió a todos fue la forma de plasmar la reacción de Isaac (hijo de Abraham) en el cuadro, ya que tradicionalmente se consideraba al niño como una prefiguración simbólica de Cristo, quien también habría de morir por su padre siendo una víctima inocente, una especie de cordero llevado al sacrificio.
Sin embargo en esta obra se marca una clara diferencia entre el comportamiento de Cristo y el de Isaac, ya que mientras el primero se somete con la misma docilidad que un cordero al destino que le espera, aquí al niño que muestra el pintor italiano se lo ve gritando con angustia y terror sin ninguna intención de ser llevado al altar.
Por este motivo es que Abraham tuvo que doblegar la resistencia de su hijo, debiendo sujetarlo y aplastarlo contra la piedra sin poder evitar una vacilación, donde la hoja del cuchillo se detiene durante unos segundos junto al cuello de Isaac, siendo este momento de duda aprovechado por el ángel para detenerlo y evitar la muerte del muchacho.
Ese preciso instante cuando aparece el ángel es el elegido por caravaggio para plasmar en el cuadro, donde en escasos segundos concentra todos los sentimientos que viven los personajes como el miedo, la duda y la fe. Junto a la cabeza de Isaac se puede apreciar una cabeza de carnero, la cual sugiere que habrá un final feliz siendo ésta la víctima del sacrificio. Sin embargo, esto no es lo que percibe el espectador, ya que las figuras principales hacen notar la angustia de la escena que no se ve aplacada por el conocido desenlace.
El Sacrificio de Isaac fue un tema que Caravaggio abordó en varias ocasiones, utilizándolo para hacer una contraposición tan de su gusto, entre el padre anciano, un tipo humano muy interesante, y el hijo adolescente, modelo de belleza. Este contraste entre vejez y juventud, fealdad y belleza, lo inició Leonardo, quien consideraba que de este modo la belleza era mayor, al ser comparada con su antítesis. También los movimientos están opuestos, el del padre con el cuchillo y la sumisión del joven, al tiempo que el ángel detiene al anciano. La cabeza del carnero, que será el sustituto de Isaac en el altar, aparece perfectamente integrado en la composición y no como un elemento milagroso que Dios envía a Abraham para evitar el homicidio.
Esta obra es de colección Particular. Si consta esta procedencia en la descripción de una obra, significa que aunque la veamos en un museo público realmente no le pertenece, sino que es un préstamo de una fuente no revelada.
